Dentro del termino de La Parra y atravesando el río Júcar a 100 kilómetros aguas abajo de su nacimiento, nos encontramos con el puente de El Castellar. Situado junto a la central eléctrica del mismo nombre y por donde pasaba una antigua calzada romana secundaria.
Las aguas del rió Júcar hacen frontera entre los
términos de La Parra de las Vegas y Fresneda de Altarejos.
Aunque las malas lenguas lo datan como "Puente Romano", realmente es de época Medieval.
Su construcción está basada en la ingeniería romana del asentamiento de pilares en el lecho del río para levantar sobre ellos distintos ojos o vanos, mayor el central por la necesaria funcionalidad de acoger mayor caudal y dejar libertad a las fuerzas de las aguas, que en esa parte corren con mayor violencia.
La parte superior, la habilitada para transeúntes y carretas, tiene un perfil longitudinal de lomo de asno, típico diseño medieval, lo que supone una ligera inclinación en la parte central, como consecuencia de encontrarse los extremos de la obra en un nivel más bajo.
Por la forma de sus arcos, de medio punto, su construcción se podría datar en plena edad media, (siglo XII), si bien con el renacimiento se retoma el arco circular de la época clásica, (alguna fuente lo data en el siglo XVI).